En el Perú persisten los problemas de distribución de poder y la ausencia de meritocracia.

Según el contador Juan Cayro, en la política peruana se mantienen las prácticas tradicionales que benefician a los grandes intereses económicos y a la élite política, lo que va en contra de los principios de meritocracia y perjudica a la población en general. En gobiernos anteriores como los de Alan García y Ollanta Humala, se observó la asignación de puestos claves a personas afines para asegurar la aprobación de propuestas, lo cual ha permitido a grandes poderes económicos influir en las decisiones del Estado. Cayro criticó la falta de transparencia en la selección de funcionarios y la predominancia de cargos de confianza, sugiriendo una reducción para evitar ingresos por favores políticos. Asimismo, expresó su preocupación por el futuro de Perú si no se implementan medidas para promover la meritocracia y eliminar prácticas clientelistas en la administración pública.