Puno incrementará sus planes de siembra en un 0,9% para la próxima temporada agrícola 2024-2025.
La región de Puno tiene previsto aumentar su intención de siembra en un 0.9% para la siguiente campaña agrícola, lo que equivale a más de 135 mil hectáreas, según la Encuesta Nacional de Intenciones de Siembra. Este incremento ha sido identificado por la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), lo que permitirá una mejor planificación agrícola y prevendrá la caída de precios.
El economista de REDES, Dittmer Quispe, explica que este aumento se debe a varios factores como los cambios en los precios de cultivos, mayor demanda, la expansión de nuevas áreas agrícolas y óptimas condiciones climáticas. Esto incentivará a los agricultores a aumentar su producción para garantizar una oferta constante de alimentos y contribuir a la seguridad alimentaria.
A pesar de este incremento, al compararlo con la media de las últimas cinco campañas, se observa un retroceso del 4% (-5,000 hectáreas). Los cultivos con mayor intención de siembra son la cebada grano, haba grano seco y papa, mientras que los de menor intención son quinua, maíz amiláceo, olluco, maíz amarillo duro, yuca, trigo y arveja.
Se destaca que a nivel nacional, 20 de las 24 regiones aumentarán sus áreas sembradas, siendo Ucayali, Ancash, Moquegua y Tumbes las que presentan los mayores incrementos, mientras que Amazonas, Puno, Junín y Apurímac son las únicas 4 regiones con menor intención de siembra.
El acceso a sistemas de riego tiene el potencial de incrementar la productividad agrícola hasta un 17%, sin embargo, solo el 35% de los productores a nivel nacional cuentan con acceso a este sistema, evidenciando la necesidad de políticas e inversiones que fomenten la modernización del riego para mejorar la eficiencia del sector agrícola.
Además, la disponibilidad de recursos financieros es crucial para potenciar la productividad de los agricultores. Según el Midagri, solo el 4.7% de los agricultores en Perú tienen acceso a financiamiento, lo que impacta negativamente en su capacidad para adquirir insumos, contratar mano de obra e invertir en tecnología.
Por último, es urgente implementar políticas que promuevan la modernización del sector agrícola y amplíen el acceso a recursos financieros para mejorar su productividad y sostenibilidad. Esto implica invertir en tecnología e infraestructura eficiente, así como ofrecer capacitación a los agricultores para seguir impulsando este importante sector para la economía peruana.