Acusaciones de violaciones repetidas de derechos humanos sitúan a Perú en el centro de atención global
El Gobierno peruano y la presidenta Dina Boluarte están siendo acusados ante la Corte Penal Internacional por violaciones sistemáticas de derechos humanos. Un grupo de ciudadanos peruanos está a punto de presentar una denuncia formal para exigir justicia por la gran cantidad de compatriotas fallecidos durante las protestas sin respuesta oficial.
Harold Forsyth, ex representante del Perú ante la OEA y ex embajador en Japón, está preocupado por el daño que esto está causando a la imagen internacional del país. Señala que la mayoría de los gobiernos occidentales han reaccionado ante los recientes problemas legislativos en el Perú, considerando al país como un paria en la comunidad internacional.
Aunque China sigue manteniendo sus intereses económicos y comerciales con el Perú, muestra poca preocupación por la situación de la democracia y los derechos humanos en el país. El ex diplomático afirma que la reputación del Perú está en su peor momento.
A pesar de las advertencias de embajadas y organizaciones internacionales sobre la situación de derechos humanos, el Gobierno peruano y el Congreso parecen ignorarlas. Incluso un comunicado conjunto de delegaciones diplomáticas sobre la cooperación internacional no ha tenido efecto en las autoridades.
Las preocupaciones expresadas por organizaciones como Amnistía Internacional, Naciones Unidas y la OEA sobre las muertes durante las protestas en diciembre de 2022 y enero de 2023 parecen no importarle al Gobierno.